
Nació el 2 de abril de 1805 el gran escritor danés en Odense, Dinamarca, de una familia muy pobre, de forma que hasta tuvo que dormir bajo un puente y mendigar. Era hijo de un zapatero instruido pero enfermizo de veintidós años, y de una lavandera varios años mayor que él, de confesión protestante. Andersen le dedicó por su pobreza La pequeña cerillera, y también No sirve para nada, por su alcoholismo, aunque fue un niño muy querido. El padre adoraba a su hijo y a él se debió seguramente la pasión del pequeño Hans por el teatro, ya que le fabricó un teatrillo y unas marionetas para las que el niño cosía la ropa. Toda la familia vivía y dormía en una pequeña habitación.
Hans Christian mostró una gran imaginación desde temprano, que fue alentada por la indulgencia de sus padres y la superstición de su madre. En 1816 su padre murió y Andersen dejó de asistir a la escuela. Se dedicó a leer todas las obras que pudiera conseguir, entre ellas las de Ludvig Holberg y William Shakespeare
Murió el 4 de agosto de 1875.