

Ahora que por circunstancias tan sólo ando repasando los archivos y haciendo alguna que otra "limpieza", pues salen las durmientes, y es por eso que ahora aprovecho para presentar de nuevo la antigua foto y la nueva que tan sólo tiene cuatro años.
A pesar de que se manipulen las imágenes para darles un toque de antigüedad, por composición y ángulo de visión, también por el encuadre que en su día le di, me quedo con la antigua; además de los recuerdos, claro.
Aquí dejo las dos como muestra de que a través de los años, renovada, mantenida y cómo no, altiva, ahí está La Farola.