

En un par de escapadas, tan sólo a unos minutos del centro de la ciudad, estuve aprovechando un par de jornadas de relajación y descanso para desconectar de la rutina y los agobios propios de las actividades diarias y así aprovechar para tomar algunas fotos de las primeras orquídeas, de alguna florecilla temprana y de algún bichejo que se pusiese a tiro.


La calidad, como siempre, anda rosando los limites, pero en fin, hay lo que hay, no se le pueden pedir peras al olmo. No obstante siempre espero que al menos estéticamente gusten, aparte de dejar algún dato como puede ser su nombre científico, al menos para tener una mínima referencia.


