Así que la aventura se quedó en un recodo de la playa desde donde dos compañeros más se quedaron e hicimos las fotos que pudimos. No obstante dos valientes, mi compañero Vicente, promotor de las fotos de la luna y nuestro presi, J. Ramón, se adentraron en la zona donde sí se podía ver la salida de la luna llena y allí hicieron buenas fotos. En fin la próxima vez habrá que armarse de valor y llegar al lugar correcto.
Por lo tanto lo que ha quedado de lo que a mis fotos respecta, son estas del oleaje y alguna que otra de las últimas luces de la tarde.
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