En vista de que la cosa de fotografías de la ciudad está hasta ahora un poco cortita, pues le daremos rienda a esos lugares de nuestra querida Málaga que tan interesantes son. Otra de las agradables imágenes que me dejó mi recorrido por la Sierra de las Nieves. En un recóndito camino estrechísimo y casi tapado por la exuberante vegetación; siguiendo el recorrido de las pequeñas cascaditas que iba viendo, me topé con este abrevadero que a su vez tenía un caño a modo de fuente; todo un regalo para la vista y los sentidos. A pesar de la incesante llovizna que me caía y de lo dificultoso del encuadre por estar a apenas unas treinta centímetros del suelo, me sentí feliz de llenarme de barro, agua, sentir el frio y retorcerme como una lagartija para poder medio enfocar y encuadrar. Quizás para muchos esta sea una simple foto sin “chicha ni limoná” pero para mí es el recuerdo de un instante y unas sensaciones difíciles de olvidar, que para quienes al verla sientan algo parecido, aquí quiero compartirla.
2 comentarios:
Esos instantes son los que hacen que a uno le tire tanto el monte. Me gusta la foto.
Muy interesante la foto, porque el apacible chorrito, que es la imagen enfocada, queda casi como en un segundo plano debido a la cascada desemfocada, la verdadera fuerza de la naturaleza. Saludos
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